De pronto, una visión. Una mancha escurridiza se dejó entrever hacia mi izquierda. Asombrado, miré hacia allá. Busqué y enseguida la encontré. En una fracción de tiempo, una paloma en pleno vuelo ascendente —aunque veloz como halcón en picada— adelantó la marcha del colectivo y subió entre las copas de los árboles de la plaza. Lo curioso del suceso es lo siguiente: la paloma, un ave de plumaje gris que comúnmente no despierta en mí sensación alguna, por un instante, el último instante en que mis ojos la observaron, atravesó los árboles, subió un poco más y se tiñó con el sol de la tarde de un rojo cobrizo con tintes esmeralda. En ese momento su esplendor me conmovió. Ahora comienzo a dudar si esa ave gris que vi por sólo unos segundos no sería otro ser, un ave que murió y había nacido nuevamente —como tantas otras veces—. Un ave que remontó vuelo de entre las cenizas, y en acto solemne sacudió su plumaje para empezar un nuevo ciclo. Un ser milenario que por un simple descuido dejó al descubierto su más íntimo ritual, para los ojos de un simple mortal. O tal vez, sólo tal vez, era un pequeño pájaro que el día de hoy decidió enseñarme que las palomas no son tan simples como aparentan y que, si uno mira con más profundidad, pueden ser mucho más.
Una cálida sorpresa aceleró mis latidos,
tus brazos suavemente se encontraron con los míos,
De pronto TU perfume inundó todos mis sentidos.
Y de nuevo nuestros labios se unieron destino,
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Con ansias aguardo el momento de tenerte aquí a mi lado.
De sentir tus suaves caricias y entretenerme con tu mirada,
mientras dibujas las mas diversas figuras sobre mi mano.
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No puedo divisar la hora de oír tus profundos suspiros.
De que me abraces tiernamente y nos encontremos en nuestros labios,
en el mas dulce de tus regalos, el beso mas esperado.
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Se que estas por allí
mirando la vida pasar
sin saber que en algún lugar
mi alma clama por tí
se que estas por allí
No conozco tu identidad,
ni tú la mía...
pero te espero
...el sol inunda tu presencia y acaricia tu rostro, y mi corazón se congela. Pero tu tierna sonrisa y tu cálida mirada lo hacen latir nuevamente.
Entonces dejo de parpadear, porque deseo aprovechar cada instante para admirar tu belleza. Hasta que un simpático comentario tuyo me hace reaccionar; aunque yo sigo pensando en tus encantadores ojos.
Cada día busco la oportunidad y las palabras correctas para darte a conocer lo que siento, pero cuando logro hacerlo no puedo evitar disfrazarlo con sarcasmo, porque a fin de cuentas me aterra el sólo hecho de pensar en que mis sentimientos puedan alejarte.
Solo quiero que sepas que pienso en tí a todo momento y que siempre espero cruzarte al doblar en cada esquina, o escuchar de tu voz mi nombre a lo lejos, para así darme la vuelta y poder ver cómo te acercas a mi rápidamente a decir un simple "hola", y nuevamente ver como el sol inunda tu presencia y acaricia tu rostro...
Raphaa 23/08
Ha llegado ya el momento
Ya no puedo esperar mas
De que sepas lo que siento
Hoy te quiero confesar
Que eres tú quien me da aliento
Para el día continuar
Quien me hechiza con su encanto
Eres tú a quien quiero amar.
Raphaa
5/10/09
Estoy enamorado de la mujer de mis sueños.
Una sonrisa, una lágrima, un beso y una profunda mirada quedaron grabados en mí.
Pero sólo fue eso, un sueño, nada más.
Duró lo mismo que un parpadeo, y desde aquél momento en que desperté no dejo de parpadear en su búsqueda.
Es tiempo de ir a dormir, y soy feliz porque al cerrar los ojos tengo la esperanza de volver a encontrarla.
Raphaa
26/12/08